De lejos se ve la villa, y de cerca la gente
El alcalde Joan Ribó nos recibió al día siguiente de la batalla de Flores. Hablamos media hora, no le preguntamos por la actualidad, queríamos conocer su persona de cerca. En la despedida nos dio ánimos para continuar haciendo barrrio.
Existir es una probabilidad: quizá aleatoria, quizá con sentido. Todavía no conocemos muchas cuestiones relacionadas con este proceso complejo que llamamos vida, pero sin duda es extraordinario. ¿Desearía compartir alguna reflexión sobre este tema?
Madre mía, eso es muy filosófico. Yo creo que existir tiene sentido. La vida es lo único que, realmente, desde mi punto de vista, tiene sentido para una persona. Sin ella no eres. Creo que tiene sentido, sobre todo si te marcas unos objetivos. Estos objectivos pueden ser múltiples. Desde criar un hijo o cuidar a tus nietos, hasta trabajar para una ciudad. A mi me gusta mucho la imagen de las carreras de relevos. De alguna manera, intentar llevar el testigo en una carrera de la humanidad hacia la justicia, lograr que el ser humano pueda vivir en unas condiciones más razonables y se pueda desarrollar mejor. Eso, desde los primeros luchadores de la historia hasta los últimos. Yo creo que, de alguna manera, llevas la antorcha e intentas que esta sociedad mejore. Ese sentido a mí me gusta bastante: había gente y hay gente que está trabajando para mejorarla y, en estos momentos, tú estás colaborando y sabes que, un día, dejarás el testigo a otros, que pensarán de otra manera, pero que también estarán luchando para mejorar la sociedad humana y la sociedad en general.
Padre y madre, abuelos y abuelas, bisabuelos… todas las personas tenemos raíces profundas. ¿Se ha informado de sus ancestros?
No me he preocupado demasiado sinceramente. Yo soy orihundo de una zona fronteriza. Mi apellido parece que procede del francés Ribau. Ha habido gente de mi familia que decía que éramos descendientes de los cátaros emigrados que tuvieron que escapar rápidamente de Francia. Donde nací había muchos caminos de cátaros. No sé si es cierto o no, pero cerca de la casa de mis padres habia personas que fueron cargos importantes de los cátaros.
Otra relación familiar antigua es la relación con la agricultura. Mis abuelos y mi padre, siempre estuvieron vinculados a la tierra. Haciendo agricultura de semi montaña o de montaña, y para mí tiene unos lazos, aunque no lo parezca, muy fuertes. Estoy muy ligado a todo lo que es agrario y a la montaña, como práctica, como zona de esparcimiento. Me siento muucho más libre en la montaña, en plenitud, y tambiém cuando estoy cuidando unas tomateras. Me sabe muy mal, cuando no salen bien como este año. Que no las he podido cuidar. He tenido tanta faena aquí que no he podido hacerles caso.
¿Alguna anécdota en el periodo de la gestación?
El único elemento de mis gestación que puedo comentar, es mi nacimiento en un pueblo, que casi no conozco, que se llama Manresa. A consecuencia de que mi madre tuvo problemas con el primer embarazo. Allí los niños se tenían en casa, no se tenían en el hospital. El único que nació, de mi familia en el hospital fui yo. Como decía, mi madre tuvo problemas con el primer embarazo, y el segundo, se marchó unos días antes de dar a luz a un hospital que estaba a cien quilometros de mi casa porque no había otro. Por eso yo he nacido en Manresa, no por otra cosa. Yo soy del Pirineo al lado de Andorra, de Adrall, diez quilometros más allá y soy andorrano.
¿Se esperaba chico o chica?
No lo sé, no me lo han comentado.
¿Cuantos hermanos tiene?
Somos cuatro hermanos, tres chicos y una chica. Yo soy el mayor.
¿Eso es importante para la vida de una persona?
Sí, puede, sí que es un elemento importante porque te hace asumir un rol de responsabilidad. Sí que es verdad.
¿Tiene alguna sensación marcadamente asociada a la infancia?
Sí que tengo cosas muy marcadas. Por ejemplo, el verde. En mi casa se han cuidado vacas siempre y, por tanto, lo único que se hacía era cuidar los pastos, la hierba, para darles de comer. Para mí el primer color es el verde y es fundamental. La segunda idea, es el sonido del río. Para mí es muy relajante. Yo vivía en una casa a doscientos metros del río y, por la noche y por la mañana, cuando bajaba el nivel de ruído, lo oías perfectamente. El tercer elemento, es una cosa muy divertida. Cuando volvíamos del colegio, mi padre siempre estaba recogiendo hierba para dar de comer a las vacas y nosotros siempre estábamos jugando con él. Habían dos o tres nogueras, y en el otoño, las urracas siempre cogían las nueves y se las llevaban para comer. Como son redondas, la mayoría se les caía y cuando recogíamos hierba siempre te encontrabas varias, sobre todo cerca de la noguera. No sé cuál sería el rendimiento de la urraca, para nosotros era un juego, una manera de encontrar y comer nueces, muy divertida.
Fue mimado?
Sí, me mimaron.
¿Le parece importante?
Sí. Pero también tengo que decir que cuando me llevaron a un colegio de Barcelona con once o doce años sentí la falta de mimo entonces. De alguna manera hechas a faltar mucho a los tuyos. Esa sensación también la conservo de manera muy clara. La sensació de decir: ostia qué putada irse a dormir sin que nadie te diga nada. Nos decían: ala a dormir con toda la pandilla. Esa sensación la tengo muy marcada. No se lo deseo a nadie.
¿Qué recuerda del primer aprendizaje?
Mi vida estaba muy vinculada a la naturaleza. Era el lugar por donde me movía, de manera normal. Recuerdo que iba al colegio hasta los 11 años al pueblo de al lado, e iba caminando, cruzaba el puente y me acompañaba un perro. Recuerdo que cuando hacía primero de bachillerato, el perro se quedaba durmiendo esperándome mientras hacía clases de repaso. Un día lo encerramos, bromenado, se cabreó y rompió la puerta, porque era un bicharraco. Para mi la naturaleza es muy importante. Yo me iba a bañar al río. Tengo un recuerdo que me ha producido siempre escalofríos. Un buen día una serpiente inofensiva de río, que se me fue a enrollar en la pierna y recuerdo esa sensación de salir corriendo y después me toqué a ver si se había ido.
La influencia de la expressión artística, la música o la literatura principalmente, es fundamental en la primera juventud. ¿Cuál fue su despertar al arte?
En mi caso fatal, creo que tengo el oído muy mal, soy un desastre. Intenté tocar la guitarra, pero nunca logré hacer nada serio y la regalé porque aquello era imposible.
Leer, oír música…
Yo estaba muchos meses en el internado, y entonces cuando llegó la televisión y todo eso, yo estaba un poco lejos de todo eso. Mi primera imagen de la televisión es la apertura del Concilio Vaticano II que nos pusieron los curas. Mis padres al principio no tenían y claro, eso es del sesenta y tantos. Es la primera imagen, todos vestidos y ordenados, me impresionó. Por eso, para mí la televisión… lo indispensable. No me interesa demasiado, las noticias, algún programa chulo como “El Intermedio”, y poca cosa más. No me encontrarás viendo la televisión. Leyendo sí, en parte es por eso, yo no he sido educado en ver televisión, después cuando comencé la la carrera era perder tiempo de estudio.
Ahora es diferente…
Mi nieta está pegada a la televisión viendo dibujitos, yo los primeros dibujos que ví fueron con mi hija, concretamente los osos aquellos Jaki y Nuka. Hasta entonces, no había visto otros.
Los estudios de secundaria. ¿Alguna asignatura indigesta alguna más apetecida?
Desde el latín, pasando por las matemáticas hasta la filosofía me gustaban más o menos todas. Una me generaba problemas: el dibujo. Como puedes ver las artes no es lo mío. Era la peor, cuando hice la carrera, finalmente, el dibujo fue la asignatura que me suspendieron claramente.
Por otra parte, me gustaba la filosofía. Siempre recordaré a un cura de cristianos del socialismo que fue al primero que oí hablar de marxismo y cristianismo. Eso me pareció interesante. También me gustaban las matemáticas, siempre he tenido bastante facilidad con el cálculo, y la física y la química. Mira, me gané una bofetada de mi padre porque me regalaron un “Cheminova” y me dedicaba a hacer pólvora y explosiones, y un buen día me explotó algo de vidrio en la mano, con cierto peligro. Me gané una bofetada.
Comente alguna de las primeras desilusiones y éxitos que vivió.
Yo tenía muchos amigos en Barcelona. En primero de carrera estudié primero de ingeniería industrial allí y en segundo vine a Valencia a hacer agrónomos. Cuando nos despedimos, tuve la sensación de que cogíamos un tren diferente y que a partir de ese momento se enfriarían las relaciones, como pasó.
¿Alguna locura de juventud, algún capricho?
Un día yendo en un coche queríamos coger las curvas poniendo el cohe a dos ruedas, haciendo el burro, después de una fiesta mayor.
El primer empleo no siempre se asocia a la trayectoria posterior. Cuál es su caso?
Todos los empleos estaban ligados, en quinto de carrera hice una especie de master de tecnología de alimentos, a continuación hice en el mismo lugar la tesis doctoral y comencé a dar clases. Todos los trabajos estaban enganchados, hasta que dejé la Politècnica y aprobé la oposición de enseñanza media. No hay un corte, lo decidí yo, tenía problemas políticos, pero decidí hacer la oposición, la gané y dije adiós.
Alguna reflexión sobre la salida de la casa paterna-materna.
Para mí dejar la casa de mis padres fue a los once años, del internado al colegio mayor y después la carrera. Yo estaba muy desvinculado a ese nivel. Casarme no canbiaba demasiado. Aunque siempre he ido en verano, Navidad y por Pascua hasta que mis padres faltaron. Desde una edad temprana ya estaba buscándome la vida. Cuando me casé llevaba 15 años fuera de casa, no todo el año pero unos diez meses sí.
Guarda relación con las amistades juveniles?
No, muy poca, no es fácil. Estamos a 450 quilómetros, yo voy poco ahora y no soy una persona que cuide demasiado mis relaciones. Me sabe mal, pero no les cuido bastante. Mi mujer llama a las amigas, pero yo no lo hago.
Comente brevemente qué significa para usted, en su vida adulta, la familia.
Una cosa muy importante, le dedico mucho tiempo. Mi nieta, mis hijos y mi mujer, todo el mundo de la família es un elemento fundamental. Mi mujer es muy familiar y yo le dedico todo el tiempo que puedo, más que a ninguna otra cosa.
¿Cómo suele utilizar el tiempo libre?
Cuando puedo me voy a la montaña, a caminar, o en la bicicleta, muy esporádicamante. Y después, la familia, el huerto y la nieta.
Hay quien imagina un retiro de alguna manera especial, quizá vivir en campo o viajar. ¿se ha planteado la cuestión?
Yo creo que para mí será una continuidad, quiero continuar haciendo las cosas normales que hago ahora, com más tiempo. No me interesa hacer un corte. Continuaré viajando, ampliaré las cosas que hago en el tiempo libre. Yo lo veo así, como mi ámbito es la política aunque esté jubilado podría asistir a reuniones o cosas así, no habría tanta diferencia. El trabajo me produde satisfacción, bajaré el tono en algunas cosas, subiré en otras, pero no veo un corte. Para mí el trabajo no es un castigo cruel al que estás condenado, es una cosa que me gusta. Me agota, acabo hasta el gorro, pero a la vez te gusta. Lo que deberemos hacer será bajar el tono en unas cosas y lo subiremos en otras.
Alguna reflexión para el vecindario de Patraix.
Tenemos que hacer barrio, el barrio es un elemento muy importante, creo que era Tierno Galván quien decía que era una segunda casa, yo creo que es muy importante tener una segunda casa muy acogedora. El barrio de Patraix es un barrio que puede serlo, que los está siendo, y creo que todos tenemos que trabajar para que continúe siéndolo.