Debido al proceso de industrialización desde la segunda mitad del siglo XIX, se produce una emigración de obreros a la ciudad, con pocas posibilidades económicas y unas necesidades de vivienda sencillas. Pero no será hasta principios del siglo XX cuando se construyan los primeros barrios obreros.
Será en este contexto cuando el general Luis María Pando funda la Sociedad Constructora de Casas para Obreros el 3 de abril de 1902, integrada por arquitectos y médicos y con capital de suscripción pública. De esta manera, se fueron construyendo barrios enteros de viviendas unifamiliares para obreros a las afueras de la ciudad, con un coste de 3.000 pesetas cada una.
El grupo de viviendas Ramón de Castro fue el cuarto de la serie, siendo el único de los que se conserva, aunque sea casi la mitad. Sus 29 casas fueron construidas entre 1907 y 1909 por el arquitecto José María Cortina, siendo inaugurado por la reina Victoria Eugenia en 1910, que entregó las llaves a los obreros beneficiarios. Sus muros son de mampostería con zócalos de bloques de hormigón. La puerta de acceso tiene un arco, y el interior de la vivienda tenía el comedor al centro y alrededor el resto de habitaciones, cocina y salida al patio trasero. Recibió el nombre en honor al mecenas que la hizo posible. Fueron declaradas BRL (Bien de Relevancia Local) en 2015.