La primera falla de Patraix

Portada del llibret de la Plaza de Patraix (1929). Hemeroteca Municipal de València.
La HEMEROTECA MUNICIPAL DE VALENCIA (HMV) conserva una amplia colección de llibrets de falla de la ciudad de Valencia que empieza en el año 1901. Además de libros, prensa y revistas antiguas.   Para consultar más sobre la Hemeroteca Municipal de Valencia: https://cultural.valencia.es/es/biblioteca/hemeroteca-municipal  
Para consultar los fondos de la Hemeroteca Municipal de Valencia:
http://www.valencia.es/opac/abnetcl.exe/

A lo largo del primer tercio del siglo XX, las Fallas consiguieron imponerse como fiesta más popular. Su carácter popular con la progresiva expansión de la ciudad, la creación de premios a las fallas y la ampliación un día más de la fiesta, hizo que esta llegara cada vez más a todos los rincones de la ciudad.

Y así ocurrió en el año 1929, en dónde tenemos constancia de la primera falla plantada en Patraix en ese año. José Miralles Rocher fue el presidente de esa primera comisión fallera conocida, que se plantó en la ‘Plaza del Poblado de Patraix’. Presentó en el registro del Ayuntamiento el 19 de febrero de 1929 la documentación requerida para solicitar el permiso para plantar falla y pagar la tasa.

Fue contratado para realizar la falla, el escultor Arturo Boix Oviedo —y hermano del también escultor Ricardo—. La falla tenía por lema ‘En el candelero’ y trataba diversos personajes que un día estaban de actualidad, y otro dejaban de ser interesantes para el público. Se llevó uno de los varios 6º premios que otorgó el Ayuntamiento, dotado de 250 pesetas. No se conoce el nombre del resto de componentes de la comisión fallera ni su programa de festejos.

Las comisiones falleras tenían una actividad intermitente en esa época, como lo demuestra que no volvemos a tener noticias de una falla en la plaza hasta 1936 —refundada de manera definitiva a partir del año 1947—. Fue en esa década cuando empezaron a aparecer otras comisiones falleras en el barrio, extendiéndose la fiesta por todos los rincones como había sucedido en otras zonas.

Boceto de la falla de la Plaza de Patraix (1929). Publicado en la revista Pensat i Fet.

Pero también, como en cualquier otra localidad o barrio antiguo, las fiestas que tradicionalmente se debieron celebrar en Patraix apenas variaron, teniendo como base común su origen religioso. La mayoría duraban un día, la organizaban o estaban dirigidas a un grupo concreto. Y solían tener una serie de actos comunes como misas, procesiones y volteo de campanas, tracas corridas y castillos de fuegos artificiales, música de tabal i dolçaina, cant d’albaes, y alguna cabalgata, comida de hermandad o bailes. Muchas, acabaron desapareciendo a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Las fiestas patronales dedicadas a San Nicolás (solteros), Sant Roc i el gos el 16 de agosto (hombres casados) con la cordà, la Mare de Déu d’Agost (mujeres casadas), la Purísima en mayo (solteros), Sant Vicent Ferrer en junio (infantiles), Corpus Christi, la festa del Piló (vecinos de la calle Marqués de Elche) o la verbena del Pato (vecinos de la calle Beato Nicolás Factor hace casi un siglo). Las que siguen celebrándose son las del grupo de viviendas de Nuestra Señora de los Desamparados (clavariesas).

Verbena del Pato, organizada por los vecinos de la calle Beato Nicolás Factor.
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