La Batifora fue una de las fábricas de hilatura de seda más importantes en Valencia. Se instaló sobre un convento desamortizado en 1836 que compró Santiago Dupuy de Lôme, quien llegó a ser alcalde de Barcelona y Gobernador en diferentes provincias. Poco después escribió un tratado sobre la cría del gusano de seda y su industrialización.
Instaló la primera máquina a vapor en una industria, en este caso aplicada a la sedería, lo que le valió una medalla de oro. Este invento pronto se extendió al resto de ramas de la industria. La fábrica utilizaba el agua de la acequia de Favara que una caldera se encargaba de calentar. Contó con alrededor de 300 empleados, la mayoría mujeres de Picanya y Paiporta, además de Segorbe.
En el año 1999 se restauró y se convirtió en el actual Complejo Deportivo y Cultural.