El pasado 16 de junio, se cumplieron 150 años de la aprobación de la anexión del municipio de Patraix al de Valencia, siendo aceptado definitivamente por este último el 15 de septiembre de 1870. Comenzó por tanto Patraix, con el proceso de anexión de diferentes pequeños municipios que circundaban la ciudad de Valencia.
Esta pequeña localidad, hoy barrio de Valencia, ha tenido sus grandes acontecimientos, pero también las vivencias cotidianas de su población. Desde épocas más o menos remotas, han quedado huellas con las que nos permite ir reconstruyendo su pequeña gran historia.
Pero desafortunadamente, poco queda en el propio Patraix. La inmensa mayoría de documentos y piezas se conservan y se exponen en la actualidad en nuestras instituciones y organismos. Y es gracias a la colaboración de todos ellos, se ha podido reunir —aunque sea de manera virtual debido a la pandemia de la COVID19— en una exposición virtual con la cesión de las imágenes de las piezas, alojada en la página web de la Asociación Vecinal de Patraix, quien ha coordinado y maquetado dicha exposición en la persona de su secretario, Santiago Mozas Hernando, y ha sido comisariada por su hermano Javier Mozas Hernando, historiador y uno de los autores del libro de historia de Patraix.
Nueve hitos o momentos en el devenir de Patraix que hemos recogido en la exposición virtual. Los epígrafes romanos que se encontraron dentro de las paredes del palacio derruido del Barón de Patraix, la donación de las alquería musulmana de Petraher por el rey Jaume I a su escribano Guillem Escrivá del Llibre del Repartiment, la conversión de Señorío en Baronía de Patraix con las diferentes familias que ostentaron el título nobiliario y la actual, la documentación del antiguo municipio de Patraix, la lápida que rotulaba a la plaza principal en la primera mitad del siglo XIX como Plaza de la Constitución, el expediente de la anexión a Valencia en 1870, las obras literarias que han citado o tomado a Patraix como contexto geográfico, y el llibret de la primera falla plantada en Patraix, símbolo de la expansión de la ciudad.
Y todo ello, gracias al Museo de Bellas Artes de San Carlos, el Archivo de la Corona de Aragón, el Museo Nacional de Cerámica González Martí, el Archivo Histórico Municipal de Valencia, el Archivo de la Diputación Provincial de Valencia, la Biblioteca Histórica de la Universitat Literària de València, la Hemeroteca Municipal de Valencia, y los particulares Antonio Prat Calero y el propio Barón de Patraix.